28.11.09

“QUÉ NOMBRE LE PONDRIAS A ESTO?”

Y una noche, oscura y doliente, cuando el silencio tiene garras que afila pacientemente, antes de saltar sobre tu espalda. En el aire, que no tiene dueños, hay teléfonos, letras, iniciales. Dedos que aletean rápidamente y risas onomatopéyicas inundando las pantallitas, pequeñas y brillantes, que saben todos nuestros secretos.



“Tenés miedo a ser feliz?”


“Pero estoy trabajando en eso, pero con vos cerca no se puede…”


“No se. Tengo miedo de no poder. Mucho.”


“No creo que haya sido por ser feliz sino por querer ser otra, por escapar de vos misma. Complicada, no. Hay que saber llevarte y…”


“Con qué fantaseas?”


“Nunca lo imaginé, ni por cerca. Hasta que comenzó a gustarme. Lo volverías a hacer?”


“La segunda vez. Fumamos. Ese día me ataste, te acordas?”


“Soñabas ser asi cuando eras chica?”


“Estoy seguro. Además sos rebonita, inteligente, divertida y muy piola. Todavía lloras por las noches?”


“Viste que si podemos pasar la noche juntos?”


“De eso si estoy segura. Al principio no queria, tenia miedo de fracasar como mis viejos. Ahora si quiero. Pienso y vivo para eso. Pero a veces pienso que puedo cagarla. Te divertiste?”


Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

(he sleeps)



1 comentario:

Cristian Faralle dijo...

La primera palabra que viene a mi mente es "sopor".
Lindo che.
Vuelva seguido, no se pierda, que los lectores extrañamos sus textos.

Salute,

C.