29.12.11

THEN



La calle estaba desierta y  nuestros pasos salpicaban el silencio de la madrugada. Luego tu brazo me rodeó y me atrajo a tu cuerpo –que siempre esta perfumado, tibio, latiendo agitado después del placer-. 

Me abrazó. Me beso en la sien con ternura, como viejos amantes enternecidos de amor. Una electricidad peligrosa me sacudió por dentro, pensé, que esto no esta bien y hay miles de ojos aun ahí, en la retumbosa madrugada.

Y fue un momento, pequeño, donde pude vernos fuera del mundo, fuera del asfalto negro, en una realidad donde nuestro paseo era común y rutinario, donde recibía tus abrazos con amorosa bienvenida. Muchas palabras no existían, ni personas, ni discusiones. Tampoco el departamento clandestino donde huíamos en ese día marcado en el calendario, puntuales, ocultos.

El mundo se hundió entonces, juntos con los edificios, los autos estacionados, los miles de noctámbulos escondidos en las esquina. Nos comía la tierra a nosotros dos, vos me estabas abrazando y deseándome en ese momento y para siempre, inamovibles, mientras el remolino nos deglutía; nos mirábamos a los ojos y nunca podré sentir ternura tan infinita y la muerte después.





Foto: http://overflowing.tumblr.com